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Yirley Velasco tenía tan solo 14 años cuando un grupo paramilitar llegó a El Salado y perpetró una de las peores masacres de la historia de Colombia. Entre el 16 y el 21 de febrero asesinaron a alrededor de 60 personas y a varias mujeres, entre las que se encontraba Yirley, las violaron. Sin embargo, “El corazón se detiene en algún momento, pero el alma no”, dice Yirley al contar cómo su historia de vida la llevó a asociarse con otras supervivientes en Mujeres Sembrando Vidas, donde ayudan a quienes sufren violencia de género en la región de Montes de María. En esta ocasión ella habló con Degeneradas sobre su pasado, la asociación, el trabajo que realizan con las mujeres de la región, los talleres de sensibilización que hacen con hombres jóvenes para romper el ciclo de normalización de la violencia y su proceso para perdonar a sus victimarios.