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Según Estadísticas Canadá, las donaciones promedio de los quebequenses son de 130 dólares anuales, mientras que en el resto de Canadá las donaciones son de 300 dólares anuales. Cuando se dan a conocer estas cifras la primera reacción o el primer argumento de la gente para explicar esa situación es decir que los quebequenses son menos ricos que el resto de los canadienses si se compara con la gente de Ontario o de Toronto. El segundo argumento que explicaría por qué los quebequenses son menos generosos es porque pagan más impuestos que el resto de los canadienses. Y en el fondo, no es una donación voluntaria, pero es una donación impuesta. El tercer argumento es que los quebequenses son generosos con su tiempo. (iStockphoto) Y a este respecto, Yvan Comeau, titular de la Cátedra sobre la cultura filantrópica de la Universidad Laval, dice que los quebequenses consagran anualmente 372 millones de horas a trabajos voluntarios. Si se remunera a 10 dólares la hora, esa donación equivaldría a 3.700 millones de dólares, lo cual representa muchísimo más que todas las donaciones anuales en dinero que totalizan 1.000 millones de dólares. Es decir que donan menos dinero en efectivo pero donan su tiempo en trabajo voluntario, dice también Jacques Nantel, profesor emérito de la Escuela de Altos Estudios Comerciales de la Universidad de Montreal y especialista en mercadeo. Y el argumento final de la gente con respecto a las donaciones es que los quebequenses hacen pequeñas donaciones por la cuales no se piden recibos para deducirlas de sus impuestos. En resumen, el especialista en mercadeo dice que efectivamente hay menos donaciones por ciudadano en Quebec que en el resto de Canadá, pero existe una explicación, que es quizá cultural. Indigencia. (THE CANADIAN PRESS/Jonathan Hayward) En el resto de Canadá, la comunidad a la que se pertenece es muy local y los canadienses ingleses sienten que pertenecen a una pequeña comunidad y las donaciones más importantes se hacen en esa comunidad. Relación de los quebequenses con la comunidad https://www.rcinet.ca/es/wp-content/uploads/sites/4/2018/12/NANTEL.mp3 En Quebec, nuestra relación con la comunidad es muy diferente. Nosotros decidimos por todo tipo de razones, pero cultural en gran parte, de tener un gobierno central fuerte que elegimos y al que le damos no solo dinero por intermedio de nuestros impuestos sino también todos los poderes. Entonces queremos un gobierno central fuerte al que le decimos: Yo les envío mi cheque de impuestos y pídame 20 litros de sangre si quiere, pero a partir de ese momento ustedes se ocupan de los hospitales, de las universidades, de los enfermos, de los pobres. Nosotros hicimos nuestra parte y elegimos un gobierno para que se ocupe de eso. Mientras que el resto de Canadá prefiere pagar menos impuestos y guardar un poder más local, y ocuparse por intermedio de las donaciones de todo lo antes mencionado. Otro enfoque que explicaría esta diferencia entre los quebequenses y el resto de canadienses es la religión. Los organismos religiosos que recaudaban las donaciones más importantes son mucho menos importantes en Quebec que en el resto de Canadá. El periodista René Vezina explica. La iglesia https://www.rcinet.ca/es/wp-content/uploads/sites/4/2018/12/VEZINA.mp3 Aquí en Quebec era la iglesia la que hacía ese trabajo, pero cuando le mostramos literalmente la puerta durante la Revolución Tranquila, nadie la reemplazó y hoy todo tiene que rehacerse. Indigencia. (BULENT KILIC/AFP/Getty Images) Y cuando se hacen estos análisis desde un punto de vista más internacional, nos damos cuenta que se encuentran dos modelos distintos. Un modelo latino, católico, y esto se ven en Italia, Portugal, España con un estado central más fuerte por oposición a un modelo más germánico o anglo-germánico protestante, que está más cercano de sus pequeñas comunidades y va a contribuir de una forma más directa.