Pagar al otro es un placer, si, así como se lee. Cada vez que pago sin regatear y sin sentirme mal, permito que la gente también me pague a mi con la misma consciencia y entusiasmo.
Finanzas Personales con Idalia González
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Pagar al otro es un placer, si, así como se lee. Cada vez que pago sin regatear y sin sentirme mal, permito que la gente también me pague a mi con la misma consciencia y entusiasmo.