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Cuando reflexionamos acerca de la influencia de los Padres, no podemos subestimar el poder de esa influencia y del ejemplo de los padres. Los padres pueden hacer de un hogar un cielo o un infierno. La Biblia nos da una gran cantidad de ejemplos en esta área. En el Antiguo Testamento, Dios comanda a su pueblo a enseñarle su palabra a sus hijos. Deuteronomio 6:7-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. 9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.Pero hay una gran diferencia entre los patrones generacionales y las maldiciones generacionales. la palabra maldición se define como: "una expresión solemne destinada a invocar un poder sobrenatural para infligir daño o castigo a alguien o algo."¿Por qué las personas están tan dispuestas a aceptar el concepto de una maldición generacional? Porque es más fácil culpar a alguien que asumir la responsabilidad de nuestras acciones. La teología artificial de la maldición generacional es una idea hecha por el hombre que nos da un chivo expiatorio conveniente para nuestros problemas.Convenientemente, si mis pecados, hábitos y problemas son el resultado de una maldición, mis problemas no son culpa mía. Entonces mis problemas serían culpa de mi padre, de mi madre, de mi abuelo, de todos menos de mí. Decir que estoy viviendo bajo una maldición generacional es otra forma de decir "El diablo me obligó a hacerlo".Aquí está algo para reflexionar, "Cuando culpas a otros, entregas tu poder para cambiar."