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El Festival de Donostia se ha llevado este año la Concha de Oro por su alfombra verde. El certamen ha aplicado una batería de medidas para reducir su huella de carbono, estimada en 5.400 toneladas de CO2, que afectan a su flota de vehículos, a la eficiencia energética y a la propia alfombra roja, que este año bautizamos como verde ya que será reutilizada. El Festival se ha comprometido así en esta última edición a reducir y compensar su impacto que proviene, en su mayor parte, de la movilidad y la gran presencia de asistentes: 178.000 espectadores y 4.300 personas acreditadas. Entre las “medidas verdes” que se han aplicado en esta 69 edición: el reparto de acreditaciones biodegradables, la sustitución del voto impreso del Jurado de la Juventud y del Premio del Público Ciudad de San Sebastián y la eliminación o reducción de la tirada de algunas publicaciones con versión digital. Con una emisión de 568 toneladas de CO2 por día, la organización ha apostado por introducir medidas compensatorias para contrarrestar su efecto ya que su principal impacto, el 75 por ciento, procede de la movilidad, derivada de los viajes internacionales realizados por los acreditados de todo el mundo. En cuanto a organización interna, el Festival de Donostia ha seguido con el uso de coches eléctricos para el traslado de invitados. En la generación de residuos, en los nueve días del certamen se han recogido más de 4,8 toneladas de basura de las cuales el 9 por ciento se ha reutilizado y el 76 por ciento se ha reciclado. También se ha empezado a incluir la variable verde en algunas contrataciones como primar el catering de Km0. Además de contar con un 75 por ciento de ahorro energético al iniciar la transición de la iluminación a la tecnología LED. Una formidable hoja de ruta hacia un futuro verde para el Festival de San Sebastián que desde Planeta Vivo celebramos por todo lo alto. Escuchar audio