23 - 9 mitos sobre el Orgasmo Femenino

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Mitos sobre el orgasmo femenino El orgasmo femenino es un proceso muy complejo en el que no sólo intervienen terminaciones nerviosas y respuestas orgánicas y no siempre se da el mismo resultado como en una suma de factores. Todo dependerá de la situación personal y del estrés, del nivel de concentración, del lugar, del momento, de alguna posible alteración hormonal (por motivos orgánicos naturales o farmacológicos) y, por supuesto, de los amantes. El orgasmo femenino es tema en el que aún cuesta distinguir el mito de la realidad. Si bien cada mujer es un mundo con sus preferencias y rarezas, hay ciertas afirmaciones sobre el sexo que damos por sentadas cuando no son, en realidad, más que mitos o ideas mal interpretadas. Mitos sobre el orgasmo femenino 1. El orgasmo femenino sólo se consigue con la penetración Incorrecto. De hecho, según las estadísticas, sólo un tercio de las mujeres consigue alcanzar el orgasmo con regularidad mediante la penetración durante el coito, y el 80% de las mujeres no alcanza el orgasmo sólo con estimulación vaginal. ¿Por qué no es tan importante la penetración para alcanzar el orgasmo? La respuesta se encuentra en el clítoris. El clítoris es una pequeña región con grandes raíces en el interior de la vulva que llegan hasta la entrada de la vagina. Por ésta razón, la estimulación de la vagina puede resultar muy placentera (ojo, no para todas las mujeres lo es) pero el centro del placer físico se encontrará en el clítoris. 2. Todas las mujeres son multiorgásmicas El orgasmo múltiple no es un talento que pueda aprenderse o que venga inscrito en el ADN de manera natural. Es cierto que hay mujeres capaces de aguantar dos, tres y más orgasmos seguidos, pero por lo general, la sensibilidad de la zona es tan elevada, que después del primer orgasmo, muchas mujeres necesitarán un tiempo para poder volver a ser estimuladas. Por otro lado, desde un punto de vista fisiológico, también podría entenderse como orgasmo múltiple un orgasmo prolongado con diversos picos más elevados. 3. Si no grita, no ha llegado al orgasmo La industria pornográfica ha creado unas expectativas a nivel personal que nos hacen resentirnos en nuestras relaciones sexuales. Nos preguntamos "si mi chica no grita durante el orgasmo ¿es que no lo ha alcanzado en realidad?". Ésta creencia de que los orgasmos deben ser "sonoros" es un error. Cada mujer tendrá su propia manera de disfrutar de su orgasmo: mientras algunas se dan más a la expresividad -a los gritos desenfrenados-, otras lo harán en silencio o con gemidos casi imperceptibles. 4. Todas las mujeres fingen Fingir un orgasmo es una tarea harto complicada. Existen algunas respuestas fisiológicas que no pueden simularse, como la aceleración del ritmo cardíaco o el endurecimientos de los pezones. Una mujer puede llegar a fingir un orgasmo por muchos motivos, pero los más habituales tienen que ver con la satisfacción y el "orgullo" de su pareja y con el cansancio propio. Algunas mujeres consideran que no tiene tanta importancia hacerlo, aunque en realidad sí la tenga. El hábito de fingir de orgasmos puede causar una rutina con prácticas erróneas por parte de su compañero o compañera sexual. Así que, si bien es cierto que muchas mujeres se dan a la simulación orgásmica, otras muchas no lo harán. Una buena comunicación y la empatía con tu pareja evitarán estos errores y ayudarán a conseguir una vida sexual satisfactoria para ambos. 5. Los orgasmos más placenteros son los que se alcanzan simultáneamente Muchas parejas se obsesionan con alcanzar el orgasmo al mismo tiempo y se frustran si no lo consiguen. Es muy complicado conseguir que tu pareja y tú logréis esa sincronización, y es perfectamente normal no llegar a conseguirla. Puede ser divertido el proceso de aprendizaje, pero no es necesario caer en la desesperación. No olvidemos que el sexo es un momento íntimo en pareja para disfrutar. Para ayudarnos, existen algunos juguetes eróticos, como éste Tiani 2 de la marca Lelo, que permiten continuar la estimulación vaginal y clitoriana mientras el chico se toma un respiro. 6. ¿Son el punto G y la eyaculación femenina un mito? El punto G en la mujer SÍ EXISTE, y una estimulación correcta dará muy buenos resultados. Se trata de una pequeña región de textura esponjosa que rodea la uretra junto a las glándulas que segregan el lubricante que protege el interior de la vagina. Durante la excitación, las glándulas segregan un exceso de lubricante que es absorbido por esta zona que, al hacerlo, se agranda, lo que hace que el punto G sea palpable. La estimulación adecuada y persistente del punto G puede resultar muy placentera, llegando a causar el orgasmo e incluso la conocida eyaculación femenina. 7. El cuerpo basta para provocar el orgasmo femenino Es necesaria la estimulación de las zonas erógenas para mantener y aumentar el nivel de excitación sexual. Pero ¿dónde se encuentra el centro del placer? ¿qué es lo que activa esas sensaciones? Es muy importante recordar que la zona erógena de mayor importancia se encuentra en la mente. No olvides la estimulación psicológica, emplea tu vocabulario y entona tu voz como sabes que le gusta, dile lo que quiere escuchar, atrévete con algún relato. Llegados al nivel máximo de excitación, resultará mucho más sencillo (¡y placentero) estimular todas sus zonas erógenas hasta provocar el orgasmo. 8. La anorgasmia indica que eres un mal amante La anorgasmia no es la ausencia de estimulación, ni la falta de deseo sexual o de atracción física. La anorgasmia puede darse de manera puntual en algunos momentos complicados o situaciones de estrés o preocupación; también como efecto secundario de algunas enfermedades o tratamientos farmacológicos. Algunas mujeres nunca han experimentado un orgasmo porque no saben cómo llegar. La paciencia y la empatía con tu pareja -y contigo misma- serán muy necesarias para superar esta etapa. 9. Se masturba porque no llega al orgasmo conmigo Ésta es una creencia infundada y fomentada, a menudo, por la propia inseguridad. La mayoría de nosotros hemos experimentado la masturbación -y nos ha gustado tanto como para repetirla a menudo- independientemente de nuestro grado de satisfacción en las relaciones sexuales. Es cierto que, en algunas ocasiones, si la mujer no ha conseguido llegar al orgasmo durante el coito, pueda querer alcanzarlo mediante la masturbación. Ésto es tan posible, como que simplemente le apetezca alcanzarlo de nuevo por otros medios más efectivos. Al fin y al cabo, nadie conoce nuestro cuerpo como nosotros mismos