Enfoque Internacional - 'Embarazadas violadas delante de sus hijos': la violencia sexual, arma de guerra en Tigré

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Cientos de mujeres fueron violadas y sometidas a esclavitud sexual desde octubre pasado cuando estalló la guerra en la región del Tigré en Etiopía. Según un informe de Amnistía Internacional publicado este miércoles la violencia sexual se usa como una de las principales armas de guerra por parte del ejército y de sus apoyos. Amnistía Internacional entrevistó en la región del Tigré a 63 mujeres y jóvenes víctimas. Muchas de ellas no denunciaron ni reportaron en los centros de salud las violaciones sexuales de las que fueron objeto.  RFI conversó con Donatella Rovera, quien investigó y redactó el informe de Amnistía Internacional divulgado este miércoles 11 de agosto. RFI : Usted es la principal consejera de Amnistía Internacional para las situaciones de crisis y afirma que las violencias sexuales perpetradas en la guerra del Tigré en Etiopía son de las más atroces que ha documentado a la fecha en el terreno. ¿Qué han reportado? Donatella Rovera:  Aquí lo que hemos visto son violaciones de grupo. Vimos que en varios casos las guardan a estas mujeres durante días o semanas. No solo hay violación sino también malos tratos. Las golpean y las humillan. Hay un tabú total en Tigré: existen violaciones vaginales, pero también anales. Hemos encontrado sobreviviente y médicos que no se explicaron cómo les pusieron trozos de metal o de plástico de forma profunda en sus órganos sexuales causando daños en algunos casos que no se reparan. Varias mujeres resultaron positivas al VIH. Mujeres embarazadas fueron violadas delante de sus hijos, hermanos o padres. Hubo insultos y comentarios racistas. Les decían que como perteneciente a la étnia tigré merecían ese trato humillante y degradante. RFI: ¿Qué hombres y ejércitos o grupos perpetran estas atrocidades sexuales como arma de guerra en el Tigré? Donatella Rovera: Este tipo de atrocidades empezaron desde el primer día en todos los lugares, durante todo el conflicto y por parte de todas las fuerzas gubernamentales. RFI: ¿Es decir que en este momento tenemos tanto al ejército de Etiopía como al ejército de Eritrea, que lo apoya militarmente, cometiendo sistemáticamente este tipo de atrocidades sexuales y humillaciones con las mujeres? Donatella Rovera: Sí, el ejército etíope y fuerzas armadas en la zona que lo respaldan como las fuerzas amharas. RFI: ¿Cuántas mujeres estuvieron sometidas a este tipo de humillaciones y vejaciones? Donatella Rovera: Es muy difícil evaluar porque nosotros entrevistamos 63. Muchas de ellas no habían estado nunca en ningún hospital. Los hospitales en Tigré, los tres o cuatro que han seguido funcionando, están ubicados solamente en las grandes ciudades. Así que se registraron 1.288 caso durante los tres meses entre febrero y abril. Solo en esas grandes ciudades, a sabiendas que la mayoría de la población está en zonas rurales, donde no hay hospitales o clínicas. Así que es mucho más que eso, pero no sabemos cuánto. Desde el mes de octubre pasado hubo muchas temporadas largas durante las cuales no había teléfono ni Internet. Desde 29 junio por ejemplo no los hay y no se puede comunicar con nadie. El trabajo es muy difícil y el gobierno no permite a organizaciones como Amnistía ingresar a Tigré. Muy pocos periodistas han podido ir y con muchas restricciones. Las organizaciones humanitarias denuncian todos los días que tampoco pueden trabajar libremente. El gobierno etíope se ha esforzado en mantener la región cortada del mundo.   Si hubiese hecho la mitad de los esfuerzos para parar las violaciones hubiese sido mucho más útil.