Poesías de Amor Eros

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Vidas y Poesia

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El Amor Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el Amor. Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el Amor. Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el Amor. Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el Amor. Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el Amor. El Amor es siempre la respuesta. Porque el Amor es todo lo que existe.   María Teresa de Calcuta   Bienvenido seas a este cuarto programa del Podcast Vidas y poesía que estoy grabando en el mes de febrero del año 2020. Soy tu anfitrión Jans Fromow. Yo conocí el amor un día inesperado de celebración de Febrero. Este programa esta inspirado por Eros, en la Diosa Bella Princesa de Afrodita y al amor. Esta dedicado a todos los que se consideran amorosos. Yo lo dedico a mi amor y a quien ha llenado de amor mi vida y la de mis hijas, Laura Rozenstein. Wikipedia nos dice que “El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (artístico, científico, filosófico, religioso). De manera habitual, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. El amor puede ser hermoso y doloroso .También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto. En español, la palabra amor (proveniente del latín) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico, a la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda devoción o unidad del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado del alma o de la mente, identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo. “   Los griegos tenían o describían 4 tipos básico de amor que nombraban de manera distinta. Pijamasurf.com  EROS Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización del momento, detonada por la pasión y el impulso del deseo carnal. El eros es en esencia sexual. Es el motor básico del sexo casual y las infidelidades. Bien canalizado --lo cual es muy difícil de lograr-- puede conllevar bondades místicas y espirituales.   STORGÉ Un amor fraternal, comprometido y duradero. Generalmente se cultiva a lo largo del tiempo y en muchos casos implica una relación filial o una coincidencia añeja con alguien más. Hasta cierto punto es el epítome de la relación empática, un sentimiento protector y que detona la lealtad.    PHILIA Solidaridad, hermandad y amor por el prójimo son algunas de las premisas fundamentales de este tipo de amor. Es la máxima expresión amorosa frente a la otredad en general, y con frecuencia la philia sirve como motor para que un individuo busque el bien común (desdoblándose en aspectos como el respeto, la gentileza y la cooperación).    ÁGAPE Se refiere a la frecuencia más profunda del amor. Su vehículo es la pureza, la incondicionalidad e incluso la devoción. Esta forma de amor es universal, como el amor por una deidad, por la naturaleza o por la humanidad completa. El profesar este tipo de amor suele enriquecer a la persona y quizá sea parte de la esencia misma del ser humano –aunque a veces quede sepultada.     Entonces podemos ver que hablar de lo que en español juntamos en el solo término de “amor” pues es muy diverso. Asi que de ahora en adelante en este programa y el que sigue me centraré a hablar del amor Eros. Dije que Eros es Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización del momento, detonada por la pasión y el impulso del deseo carnal. Que el eros es en esencia sexual. Sin embargo como se diferencian y convergen la sexualidad, el erotismo y el amor. Una luz aclaradora de esto nos la da Octavio Paz en su libro “La llama doble”  y cito:   La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una erótica verbal. Ambos están constituidos por una oposición complementaria. El lenguaje -sonido que emite sentidos, trazo material que denota ideas incorpóreas- es capaz de dar nombre a lo más fugitivo y evanescente: la sensación; a su vez, el erotismo no es mera sexualidad animal: es ceremonia, representación. El erotismo es sexualidad transfigurada: metáfora. El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora. La imagen poética es abrazo de realidades opuestas y la rima es copula de sonidos; la poesía erotiza al lenguaje y al mundo porque ella misma, en su modo de operación, es ya erotismo. Y del mismo modo: el erotismo es una metáfora de la sexualidad animal.   Aunque las maneras de acoplarse son muchas, el acto sexual dice siempre lo mismo: reproducción. El erotismo es sexo en acción pero, ya sea porque la desvía o la niega, suspende la finalidad de la función sexual. En la sexualidad, el placer sirve a la procreación; en los rituales eróticos el placer es un fin en si mismo o tiene fines distintos a la reproducción. La esterilidad no solo es una nota frecuente del erotismo sino que en ciertas ceremonias es una de sus condiciones. Una y otra vez los textos gnósticos y tántricos hablan del semen retenido por el oficiante o derramado en el altar. En la sexualidad la violencia y la agresión son componentes necesariamente ligados a la copulación y, así, a la reproducción; en el erotismo, las tendencias agresivas se emancipan, quiero decir: dejan de servir a la procreación, y se vuelven fines autónomos. En suma, la metáfora sexual, a través de sus infinitas variaciones, dice siempre reproducción; la metáfora erótica, indiferente a la perpetuación de la vida, pone entre paréntesis a la reproducción.     Hablando de sexualidad, hay que trazar una línea divisoria entre esta y el erotismo. Una línea sinuosa y no pocas veces violada, sea por la irrupción violenta del instinto sexual o por las incursiones de la fantasía erótica. Ante todo, el erotismo es exclusivamente humano: es sexualidad socializada y transfigurada por la imaginación y la voluntad de los hombres. La primera nota que diferencia al erotismo de la sexualidad es la infinita variedad de formas en que se manifiesta, en todas las épocas y en todas las tierras. El erotismo es invención, variación incesante; el sexo es siempre el mismo. El protagonista del acto erótico es el sexo o, más exactamente, los sexos. El plural es de rigor porque, incluso en los placeres llamados solitarios, el deseo sexual inventa siempre una pareja imaginaria... o muchas. En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación, el deseo. En el acto erótico intervienen siempre dos o más, nunca uno. Aquí aparece la primera diferencia entre la sexualidad animal y el erotismo humano: en el segundo, uno o varios de los participantes puede ser un ente imaginario. Solo los hombres y las mujeres copulan con íncubos y súcubos.   Con todo esto podemos concluir con Paz que “ El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida”   Una poesía maravillosa que expone estos conceptos de amor de erotismo, de fuego, de pasión de deseo… se llama Deseos. Del poeta modernista Mexicano Salvador Diaz Mirón. Diaz Mirón fue uno de los mas grandes representantes del modernismo mexicano. Como lo he mencionado en otro programa el modernismo es un movimiento literario principalmente de la poesía, nacido en america latina, que se inicia en 1880 y corre hasta principios del siglo XX por los años 20s. Este movimiento surge en oposición al romanticismo y postromanticismo y una de sus características es el culto a la belleza y la armonía logrando esta con una métrica muy cuidada y con figuras de temas generalmente considerados como cultos, por eso se le considera un movimiento un tanto clasicista o aristocrático.   Esta poesía Deseos, aparte tiene gran significado para mi porque es la primera poesía que mi padre Don Jorge Fromow le dedico a mi madre. Esto es Deseos de Salvador Diaz Mirón.   Reason to be awake   Yo quisiera salvar esa distancia ese abismo fatal que nos divide, y embriagarme de amor con la fragancia mística y pura que tu ser despide.   Yo quisiera ser uno de los lazos con que decoras tus radiantes sienes; yo quisiera en el cielo de tus brazos beber la gloria que en los labios tienes.   Yo quisiera ser agua y que en mis olas, que en mis olas vinieras a bañarte, para poder, como lo sueño a solas, ¡a un mismo tiempo por doquier besarte!   Yo quisiera ser lino y en tu lecho, allá en la sombra, con ardor cubrirte, temblar con los temblores de tu pecho ¡y morir de placer de comprimirte!   ¡Oh, yo quisiera mucho más! ¡Quisiera llevarte en mí como la nube al fuego, mas no como la nube en su carrera para estallar y separarse luego!   Yo quisiera en mí mismo confundirte, confundirte en mí mismo y entrañarte; yo quisiera en perfume convertirte, ¡convertirte en perfume y aspirarte!   ¡Aspirarte en un soplo como esencia, y unir a mis latidos tus latidos, y unir a mi existencia tu existencia, y unir a mis sentidos tus sentidos!   ¡Aspirarte en un soplo del ambiente, y así verte sobre mi vida en calma, toda la llama de tu pecho ardiente y todo el éter del azul de tu alma!   Aspirarte, mujer... De ti llamarme, y en ciego, y sordo, y mudo constituirme, y en ciego, y sordo, y mudo consagrarme al deleite supremo de sentirte ¡y a la dicha suprema de adorarte!     La verdad que gran poesía. Es una poesía que expresa los deseos de acercamiento, de sexualidad en metamorfosis a erotismo, de unión, compenetración a nivel del cuerpo y del alma, de lo íntimo. Del placer de perdernos por unos instantes en el otro y convertirnos en uno. En una unidad acompañada que nos evade momentáneamente de la angustia existencial del ser uno y solo uno en el mundo. Esta unión momentánea de fundir latidos, energías, esencia y sentidos.   Estos deseos que hacen también consonancia con esos versos maravillosos de Octavio Paz en su gran Poema de largo aliento, Piedra de Sol: poema circular escrito en 584 versos y publicado por primera vez en 1957, y donde dice   Amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia, encarnan los deseos, el pensamiento encarna, brotan alas en las espaldas del esclavo, el mundo es real y tangible, el vino es vino, el pan vuelve a saber, el agua es agua, amar es combatir, es abrir puertas, dejar de ser fantasma con un número a perpetua cadena condenado por un amo sin rostro; el mundo cambia si dos se miran y se reconocen Amar es desnudarse de los nombres   La búsqueda del amor es probablemente una de los impulsos básicos de nuestro ser humano. Desde que nacemos y somos niños buscamos el amor de nuestros padres y de nuestra familia. Y ya desde la adolescencia iniciamos este camino continuo de búsqueda del amor. Este continuo juego de ensayo y error. Aparece de pronto el objeto de nuestro amor y deseo, nos atraemos, nos enamoramos, buscamos, somos rechazados o correspondidos, jugamos el juego, vivimos una etapa plena de amor. Y esta etapa plena de amor se transforma con el tiempo y puede continuar de forma transfigurada o vivimos ese periodo tan duro, tan triste, tan sombrío, tan enloquecedor del desamor. Hay personas que encuentran el amor y lo conservan durante su vida . Otros andan en búsqueda continua de él, pero ambos están enamorados del amor. Esos son los Amorosos. Jaime Sabines es uno de mis 3 poetas preferidos. Nacido el 25 de marzo de 1926 en Tuxtla Gutierrez Chiapas y fallecido en Ciudad de México el 19 de marzo de 1999. El estilo de Jaime Sabines ha sido catalogado como conversacional, nunca se insertó en alguna corriente, sus poemas siempre directos y transparentes, aunque nunca renegó de la exquisitez de la poesía llamada “culta”. Su uso de un lenguaje cotidiano y sin adornos para crear composiciones que se ubican más cerca de los sentimientos que de la razón, le ganó el favor del publico de todas las esferas sociales y de todas las edades. El 27 de septiembre de 1997 Jaime Sabines se presentó en la Sala Nezahualcoyotl de la UNAM. Yo en ese entonces era profesor titular de histología de la Facultad de Medicina y tenía la costumbre de impulsar e invitar a mis alumnos de primer año acudir a eventos culturales así que los cite en el estacionamiento de la Nezahualcoyotl para que compráramos ese día boletos y fuéramos juntos a escucharlo. Iluso de mi. Llegamos hora y media antes y no solo se habían vendido todos los boletos sino muchísima gente como nosotros sin boleto llenábamos todo el espacio de afuera, hasta los estacionamientos de codo a codo. Gente de todo tipo, de todas las edades y todas las clases sociales. La turba empezó a silbar en desesperación conforme se acercaba la hora del inicio y entonces las autoridades empezaron sacar altavoces. De repente se oye por los altoparlantes “ Con ustedes el Poeta Jaime Sabines” seguido de un estruendoso aplauso que se generaba dentro de la sala. Cuando cesaron varios minutos después los aplausos se oyó la voz del poeta, esa característica voz inconfundible de Sabines “Me han dicho que hay mucha gente que tuvo a bien venir y que no pudo entrar y que esta afuera y que sacaron unos altavoces. Les diría que se sienten allí donde están y que juntos escuchemos poesía, la verdad no hay mucho que verme.” Inmediatamente se escudo otro gran aplauso y toda la gente de todas las edades y clases sociales nos sentamos en el piso a escuchar al poeta. Sabines en su poesía contempla con perplejidad y desde la más rigurosa terrenalidad el fenómeno del amor y el absurdo de la muerte. Fue un creador solitario y desesperanzado.   En su poesía los amorosos Sabines nos lleva de la mano de la vivencia de esos que buscan, que buscamos al amor de forma continua. Del amor por el amor. Del goce maxima de la plenitud que implica y del terrible sufrimiento cuando llega el adios, la soledad. Estos los Amorosos. LOS AMOROSOS Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan.   Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan. Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor.   Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben. Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan.   Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prórroga perpetua, siempre el paso siguiente, el otro, el otro. Los amorosos son los insaciables, los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos. Los amorosos son la hidra del cuento.   Tienen serpientes en lugar de brazos. Las venas del cuello se les hinchan también como serpientes para asfixiarlos. Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos. En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto. Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago.   Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.   Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, el triste juego del amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergüenzan de toda conformación. Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.   Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida.   En esas etapas del amor una de las primeras, que podemos llamar el inicio, el preludio se da cuando estamos cortejando, buscando, convenciendo. Llamamos a la puerta esperando nos sea abierta. Esperando una oportunidad. Claro está que todas las formas van cambiando de acuerdo al tiempo, a la época y a la cultura. En la maravillosa e imperdible colección, El Banquete de Platón de Ikram Antaki plasma con gran conocimiento y de forma amena y sintética la historia humana del Amor y la sexualidad. ¿Cómo inició? Los registros mas antiguos que tenemos son claro con los Babilonios, por la simple razón que es este el país donde se conoció y utilizó la escritura desde hace más tiempo. Pero esas formas de relación humana entrecomillas amorosa eran muy distintas a las actuales, a las romanas, a las griegas, a las dominadas por la cristiandad y el catolicismo. De hecho el matrimonio cristiano no es tan viejo como el cristianismo. Es de hecho, una invención medieval que solo se volvió práctica común en el siglo XIII. Es una lectura imperdible. De estos inicios del amor del que hablábamos ninguno mas cercano que este del gran Sabines: Tu tienes lo que busco.   Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo, tú lo tienes. El puño de mi corazón está golpeando, llamando. Te agradezco a los cuentos, doy gracias a tu madre y a tu padre, y a la muerte que no te ha visto. Te agradezco al aire. Eres esbelta como el trigo, frágil como la línea de tu cuerpo. Nunca he amado a una mujer delgada pero tú has enamorado mis manos, ataste mi deseo, cogiste mis ojos como dos peces. Por eso estoy a tu puerta, esperando. JAIME SABINES   Sin embargo a pesar de que los inicios del amor, del cortejo, son emocionantes, hermosos, llenos de sorpresas y de retos donde uno llega a hacer lo impensable, nada se compara con los momentos del amor en plenitud. Del amor ya en pleno curso y desarrollo donde la complicidad, el erotismo, la pasión, el entendimiento y la confianza coexisten. Es en esta etapa del amor pleno en que como dice Octavio Paz y que cite previamente: El fuego original y primordial, inicial de la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida” Ese amor que madura de forma distinta, mas madura y menos tormentosa. Jaime Sabines tiene dos hermosos poemas que hablan de esta etapa. A ver que les parece, El primero es Tu cuerpo esta a mi lado   Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado. Tu cabeza en mi pecho se arrepiente con los ojos cerrados y yo te miro y fumo y acaricio tu pelo enamorado. Esta mortal ternura con que callo te está abrazando a ti mientras yo tengo inmóviles mis brazos. Miro mi cuerpo, el muslo en que descansa tu cansancio, tu blando seno oculto y apretado y el bajo y suave respirar de tu vientre sin mis labios. Te digo a media voz cosas que invento a cada rato y me pongo de veras triste y solo y te beso como si fueras tu retrato. Tú, sin hablar, me miras y te aprietas a mí y haces tu llanto sin lágrimas, sin ojos, sin espanto. Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas se ponen a escuchar lo que no hablamos.   JAIME SABINES     Que poema tan hermoso! Poesía que parte de la observación de la amada al final del amor y en el momento de reposo de la faena que trae descanso, reflexión y conexión. Ternura y pasión. La sencillez de como lo dice es lo que hace de Sabines un poeta nuestro, cercano, íntimo. Aún sin vivir esa experiencia nos hace participar de ella y vivenciarla.   La última poesía que compartiré con ustedes hoy también de Don Jaime, habla de una carta. Otra carta más que escribe a su amada. Sin embargo el amor que expresa, la necesidad de su amada, es distinta. Es global. Si bien se nutre del erotismo Trasciende al lecho y se vuelve complicidad, se vuelve cotidiano pero sin ser aburrido. Una cotidianidad que es agua, que es pan del cuerpo y del alma.     Siempre estás a mi lado y yo te lo agradezco. Cuando la cólera me muerde, o cuando estoy triste —untado con el bálsamo para la tristeza como para morirme—   apareces distante, intocable, junto a mí. Me miras como a un niño y se me olvida todo y ya sólo te quiero alegre, dolorosamente. He pensado en la duración de Dios, en la manteca y el azufre de la locura, en todo lo que he podido mirar en mis breves días. Tú eres como la leche del mundo. Te conozco, estás siempre a mi lado más que yo mismo. ¿Qué puedo darte sino el cielo? Recuerdo que los poetas han llamado a la luna con mil nombres —medalla, ojos de Dios, globo de plata, moneda de miel, mujer, gota de aire— pero la luna está en el cielo y sólo es luna, inagotable, milagrosa como tú. Yo quiero llorar a veces furiosamente porque no sé qué, por algo, porque no es posible poseerte, poseer nada, dejar de estar solo. Con la alegría que da hacer un poema, o con la ternura que en las manos de los abuelos tiembla, te aproximas a mí y me construyes en la balanza de tus ojos, en la fórmula mágica de tus manos. Un médico me ha dicho que tengo el corazón de gota -alargado como una gota- y yo lo creo porque me siento como una gruta en que perpetuamente cae, se regenera y cae perpetuamente.   Bendita entre todas las mujeres tú, que no estorbas, tú que estás a la mano como el bastón del ciego, como el carro del paralítico. Virgen aún para el que te posee, desconocida siempre para el que te sabe, ¿qué puedo darte sino el infierno? Desde el oleaje de tu pecho En que naufraga lentamente mi rostro, te miro a ti, hacia abajo, hasta la punta de tus pies en que principia el mundo. Piel de mujer te has puesto, Suavidad de mujer y húmedos órganos en que penetro dulcemente, estatua derretida, manos derrumbadas con que te toca la fiebre que soy y el caos que soy te preserva. Mi muerte flota sobre ambos y tú me extraes de ella como el agua de un pozo, agua para la sed de Dios que soy entonces, agua para el incendio de Dios que alimento.     Cuando la hora vacía sobreviene sabes pasar tus dedos como un ungüento, posarlos en los ojos emplumados, reír con la yema de tus dedos. ¿Qué puedo darte yo sino la tierra? Sembrado en el estiércol de los días miro crecer mi amor, como los árboles a que nadie ha trepado y cuya sombra seca la hierba, y da fiebre al hombre.   Imperfecta, mortal, hija de hombres, verdadera, te ursupo, ya lo sé diariamente, y tu piedad me usa a todas horas y me quieres a mí, y yo soy entonces, como un hijo nuestro largamente deseado.   Quisiera hablar de ti a todas horas en un congreso de sordos, enseñar tu retrato a todos los ciegos que encuentre. Quiero darte a nadie para que vuelvas a mí sin haberte ido.   En los parques, en que hay pájaros y un sol en hojas por el suelo, donde se quiere dulcemente a las solteronas que miran a los niños, te deseo, te sueño. ¡Qué nostalgia de ti cuando no estás ausente! (Te invito a comer uvas esta tarde o a tomar café, si llueve, y a estar juntos siempre, siempre, hasta la noche)   Jaime Sabines